Las sesiones anteriores incluyeron estiramientos dirigidos para las caderas, como posturas sentadas y de pie. Se utilizaron técnicas específicas para aliviar la tensión en áreas problemáticas. Los participantes realizaron ejercicios de flexibilidad y movilidad, adaptados a su nivel. Estos estiramientos se enfocaron en aumentar la amplitud de movimiento.

Las sesiones de yoga se estructuraron en intervalos de 60 minutos. Cada sesión comenzaba con ejercicios de calentamiento, seguidos de posturas específicas para la apertura de caderas. Se incluían técnicas de respiración para facilitar la relajación. Al final, se realizaban estiramientos de enfriamiento para concluir la práctica.

Los materiales necesarios incluyeron una colchoneta de yoga, bloques y cintas de estiramiento. Se recomendó ropa cómoda que permitiera el movimiento. También se sugiere tener agua disponible para mantenerse hidratado durante la sesión. No se requieren materiales adicionales para participar.

Las sesiones de yoga tuvieron una duración promedio de 60 minutos. Este tiempo se dividió entre calentamiento, práctica de posturas y relajación final. Se respetó un cronograma para asegurar que todos los aspectos fueran cubiertos adecuadamente. Las sesiones se llevaron a cabo semanalmente.

Los participantes reportaron una mejora en la movilidad de las caderas y una reducción en la tensión muscular. También se observó un aumento en la flexibilidad general después de varias sesiones. Algunos mencionaron una mayor conciencia corporal y un alivio del dolor asociado. Las mejoras se notaron tras un compromiso regular con las clases.

Se utilizó principalmente yoga restaurativo y dinámico en las sesiones. El yoga restaurativo se enfocó en la relajación y la liberación de tensiones, mientras que el yoga dinámico incluyó posturas más activas. Ambas modalidades se combinaron para ofrecer un enfoque integral. Se adaptaron las prácticas a las necesidades de los participantes.

Los objetivos de las sesiones incluyeron mejorar la movilidad de las caderas y reducir la rigidez. También se buscó fomentar la conciencia corporal y promover la relajación. Se establecieron metas individuales para cada participante. La práctica regular ayudó a alcanzar estos objetivos a lo largo del tiempo.

Se enseñaron una variedad de posturas de yoga enfocadas en la apertura de caderas. Estas incluyeron posturas sentadas como la mariposa y posturas de pie como el guerrero. Se incorporaron estiramientos para los flexores de la cadera y movimientos para aumentar la flexibilidad. Las posturas se adaptaron según el nivel de habilidad de los participantes.

Se recomendaron prácticas de estiramiento en casa para mantener la flexibilidad. También se sugirió la continuidad en la práctica de yoga para obtener resultados sostenibles. Los participantes fueron animados a prestar atención a su cuerpo y a realizar ajustes según fuera necesario. Se aconsejó beber suficiente agua para la hidratación.

El tiempo para notar mejoras en la apertura de caderas varía según la frecuencia de las sesiones y la práctica personal. Muchos usuarios reportan cambios en la flexibilidad después de 4 a 6 semanas de práctica regular.